.CHAQUETAS PARA EL INVIERNO.

04/02/2019 .JOSE ISIDRO GORDITO.
.CHAQUETAS PARA EL INVIERNO.
CHAQUETAS PARA EL INVIERNO

Cuando los grados bajan, sistema de vestimenta por capas

Incrementar el tamaño de la cámara de aire que circunda el cuerpo es una prioridad cuando llega el frío. Para ello usaremos una tercera –o cuarta– capa con relleno de fibra o pluma. Excursionistas, alpinistas, escaladores de vías clásicas, de deportiva o de bloque…, todos echan mano de estas prendas invernales capaces de optimizar, atrapar y regular el calor corporal. 

Chaquetas para invierno.
Chaquetas para invierno.   Grivel.

Cuando los grados bajan se hace imprescindible reforzar el sistema de vestimenta por capas (comúnmente asociado a tres estratos) con una cámara adicional que almacene una buena cantidad de aire.

Un cuerpo bien alimentado e hidratado se encargará de calentarlo con facilidad y de mantener así un microclima confortable, pero lo hará de modo más eficaz si el aislante que envuelve el cuerpo del usuario es de calidad.

Los materiales

El aislante natural a base de plumón ha sido el más valorado tradicionalmente por sus cualidades para albergar aire caliente en relación a su peso y capacidad de compresión. Es la elección de muchos para configurar la capa térmica principal o una cuarta capa adicional que refuerce la labor de otro almacén como puede ser un forro polar, generalmente situado en posición de segunda capa por encima de la ropa interior térmica.


Es cierto también que la pluma lleva años sufriendo la voraz competencia de las fibras sintéticas, y es que, a pesar del empleo de plumas hidrofugadas de gran calidad, primordialmente por los fabricantes más punteros, el duvet, como así se conoce, deja de funcionar cuando está mojado. La humedad anula o dificulta su hinchado medido en pulgadas cúbicas (CUIN) y, por tanto, bloquea su capacidad de almacenamiento de aire.

Un cuerpo bien alimentado e hidratado se encargará de calentarlo con facilidad y de mantener así un microclima confortable

El plumón de oca o pato es un símbolo de las ascensiones a las montañas más altas de la Tierra y forma parte del disfraz del alpinista en ambientes de frío extremo. En estos decorados no ha perdido vigencia a pesar de que en muchos otros ha sido sustituido por fibras sintéticas que intentan emular sus atributos naturales.

No obstante, en los últimos años las prendas de pluma –especialmente de bajo peso– viven una segunda juventud y vuelven a acompañar desde actividades alpinísticas a sesiones de escaladores y bloqueros, pasando por el uso urbano, donde la moda ha vuelto a darles protagonismo.

Aislamiento: espesor y calidad

Existe un parámetro fundamental para dilucidar la calidad del aislamiento de un relleno, y es su capacidad para guardar aire en relación a su peso. Puede parecer evidente que a mayor grosor (cámara de mayor tamaño), el volumen de aire albergado será más grande.

Un aislante de mayor calidad, aunque su grosor sea reducido, será capaz de recoger más volumen de aire entre sus cámaras

Pero esto no es siempre así: un aislante de mayor calidad, aunque su grosor sea reducido, será capaz de recoger más volumen de aire entre sus cámaras . Las prendas suelen indicar el porcentaje de plumón (pluma sin cañón y con aspecto de pelusa) y de pequeñas plumas: cuanto más alto es el porcentaje del primero, mayor aislamiento. Es a lo que se refieren los números 90/10, 80/20, etcétera. Decir también que el duvet de oca está generalmente mejor valorado que el de pato.

La capacidad de hinchado indica mucho acerca de la calidad de un producto de duvet: una cifra mayor será equivalente a una mejor calidad, lo que significa que con una chaqueta más ligera se conseguirá la misma capacidad térmica, o superior, que con otra mucho más pesada.

Una chaqueta cuyo aislante tenga un fill power (FP o volumen que ocupa una onza de plumón) de 800 (los CUIN citados) será superior en prestaciones a una de 700.

En lo que respecta a las fibras sintéticas, las de mayor calidad suelen tener un tacto muy esponjoso y estar presentes en las prendas de precio más elevado. Suelen fabricarse en tres densidades: 80 g/m 2 para prendas finas o rellenos de parte inferior de los brazos, capucha…; 100 g/m 2 para chaquetas intermedias, y entre 180 y 200 g/m 2 para las más aislantes.

La fibra continua convive con las últimas innovaciones, como lo son las de pelo largo de baja densidad pero, sobre todo, la disgregación de las mismas en copos, imitando las agrupaciones de duvet.

El diseño, la confección y los materiales –del exterior y del forro– determinan también la buena o mala retención de aire caliente, como también influyen en la capacidad del cuerpo para irradiar calor y elevar así la temperatura de la cámara en su espacio de almacenamiento.

Un forro demasiado tupido, hidrofugado, laminado… contribuirá a que la transpiración permanezca en contacto con el cuerpo sin que el aire ocluido se vea afectado. El resultado: un usuario frío y mojado.

Un forro demasiado tupido… resultado: un usuario frío y mojado.

Una construcción con muchas costuras tendrá multitud de puntos fríos mientras que las cámaras grandes impedirán la inmovilización del aislante fomentando que este migre y quede sin relleno, lo que se traducirá en una prenda fría. En el equilibrio del tamaño, además de en el diseño, suele estar la clave de la prenda ideal.

Pluma o fibra: eterno dilema

El duvet es más caliente que la fibra a igualdad de peso. Es muy compresible, tiene un tacto y longevidad insuperables pero su efecto cortaviento es inferior (salvo que se compare con las nuevas fibras en copos, que dan un resultado similar). Su precio es superior y si se moja no aísla, además de tardar tiempo en secar.

Las fibras de poliéster son más calientes que la pluma a idéntico espesor, aunque en ese caso resultan también más pesadas. Secan rápido, funcionan mojadas y son la solución para proteger a usuarios con problemas de alergia a productos naturales.

Su mantenimiento es muy sencillo y su compresibilidad, media: las opciones gruesas abultan demasiado cuando se transportan. Además, sufren mayor pérdida de espesor (y por tanto de prestaciones) con el uso, pudiendo concluir que son menos longevas.

Las prendas de fibra se destinan a la acción y las de pluma a actividades estáticas o activas pero con frío intenso

Por todos estos motivos las prendas de fibra se destinan a la acción y las de pluma a actividades estáticas o activas pero con frío intenso y en condiciones de baja humedad. Debido a ello las chaquetas finas con aislante sintético se han popularizado como prendas interiores para sustituir el clásico forro polar y reforzar la tarea de, como mucho, finos jerseys polares. Y aunque las ligeras de pluma también se emplean como interiores o exteriores con poco frío y escasa actividad, quedan más bien reservadas al final del día, estancias en refugios.

La chaqueta de reunión alpina por excelencia es la de fibra, con capucha y relleno de unos 100 g/m 2 en el cuerpo y algo menor en brazos, cuello, capucha. El peso medio total será de unos 600 gramos, y resulta fácil de transportar al poder comprimirse.

Pero la prenda del asegurador de roca invernal, del bloquero  es sobre todo el plumífero de un peso total equivalente a la anterior, aunque con relleno de unos 250 gramos de duvet, que aporta mayor volumen y capacidad térmica conservando cierto equilibrio en lo tocante a movilidad.

Algo más…

La  mayoría de fibras y duvet empleados actualmente por los fabricantes más prestigiosos derivan de elementos reciclados o son, en su mayoría, respetuosos para el medio ambiente (por ejemplo plumas hidrofugadas sin fluorocarbono, procedencia controlada: animales sanos, granjas en que no se da el maltrato…). Usa esa premisa, a ser posible, para realizar tu compra.

Una prenda para cada decorado

Aunque acabamos de ver a grandes rasgos los usos principales, podemos profundizar un poco más en las características de las prendas en función del uso y decorado.

Dejando al margen las prendas específicas para expediciones en altitud (monos de pluma) y conjuntos para expediciones árticas, e intentando no redundar en lo ya expuesto, como las prendas ideales para reunión en alpinismo, podemos decir que existen tres grupos principales de prendas calientes para invierno:

Las más ligeras

Pensadas como complemento interior, para sustituir o reforzar el clásico forro polar o para condiciones de poco frío, serían esas de unos 300 y pico gramos de peso total, bien a base de fibra de unos 80 g/m 2 o 100 gramos de relleno de duvet, mejor hidrofugado y de calidad media-alta.

Si se precisa una gran transpiración (deportes aeróbicos intensos) existen fibras específicas a base de pelo largo de baja densidad o fibra en copos que imita el tacto de la pluma. Mejor sin capucha y pocas cremalleras para que no interfieran en las prendas superiores cuando se usan como complemento interior.

Las de peso y volumen medio

Unos 450-600 g de peso total. Relleno de 100 g/m 2 de fibra o construcción híbrida 80-100 g/m 2 diferenciada por zonas. O bien duvet de calidad media-alta de un peso de 180-200 gramos. Son prendas térmicas versátiles que protegerán en condiciones de frío medio-intenso.

Mejor con capucha o/y cuello protector. Importante una buena construcción en tabiques con pocas costuras para evitar puntos fríos. Fibra para condiciones de humedad (prenda de reunión en alpinismo, cascada de hielo…), pluma para actividades estáticas (asegurar desde el suelo esperas en el búlder…).

Unos buenos puños regulables impedirán pérdidas de calor y mejorarán la movilidad. Unos amplios bolsillos en el pecho permitirán introducir accesorios como guantes u otros elementos, y un bolsillo de rejilla interior mantendrá caliente en condiciones puntuales una botella de hidratación, un termo…

Ceñidores en el bajo evitarán igualmente pérdidas de calor. Mejor que las chaquetas cubran la cintura e incluso lleguen a las caderas (limitará un poco la movilidad –cosa poco importante pues quizás nunca se escale con este tipo de prendas– pero el aislamiento térmico será mayor). Recordemos que a igualdad de volumen las prendas de pluma serán más compresibles y ligeras.

Las de gran volumen

Pensadas para grandes fríos e incursiones en altitud. Mejor duvet que fibra, pues el peso y volumen que implica esta última materia puede resultar elevado y poco compacto. Unos 380 gramos de duvet y alrededor de 1.350 gramos de peso total.

Similares a las de la familia anterior pero con mayor cantidad de relleno y, si es posible, superior calidad. Podrán tener tejido exterior muy deperlante o impermeable-transpirable con o sin costuras termoselladas.

Algunas de ellas incorporan un sistema de ensamblado con un pantalón, para configurar un mono de altitud. A observar las mismas premisas en cuanto a ceñidores y bolsillos de la familia anterior. Buenas compañeras para alpinismo invernal en cotas medias (final del día, vivacs e incluso aseguramiento en reuniones).

Cuidados

Siempre se ha dicho que las chaquetas aislantes, así como las impermeables-transpirables, debían lavarse lo menos posible pues pierden prestaciones. Si sólo han acumulado suciedad en puños y cuello puede hacerse un lavado parcial usando una esponja humedecida en agua e impregnada ligeramente con un jabón líquido suave.

Las chaquetas de pluma pueden lavarse sin que pierdan volumen, pero el secado es lento y el aislante debe redistribuirse manualmente. Agua fría, jabón líquido neutro, abundante aclarado con secado a la sombra y alejadas de fuentes de calor directo –evitando su lavado en invierno o en días lluviosos– alargarán su vida útil sean sintéticas o naturales.

Hay jabones específicos que aportan todo lo que necesita la pluma

Hay jabones específicos que aportan todo lo que necesita la pluma o conservan cualidades específicas de fibras o/y membranas. En los comercios especializados nos informarán del más adecuado en función de nuestro equipamiento y pretensiones.

Las pequeñas perforaciones ocasionadas por contacto con rocas, ramas… pueden ser cubiertas con parches de ripstop autoadhesivo a los que se redondeen las esquinas. Esto es especialmente importante en las prendas de duvet, pues este permanecerá dentro sin que la cámara que lo contiene “adelgace” más de la cuenta.

Prendas híbridas

Una de las grandes novedades es la prenda híbrida que combina fibra en zonas de mayor transpiración y movilidad, y pluma en el área que envuelve los órganos principales. Al estilo de lo que introducíamos en las de fibra con densidades combinadas, resulta una opción muy interesante para acción pues para grandes fríos y actividades estáticas el duvet sigue siendo el gran almacén por excelencia, encargado de mantener el cuerpo del usuario más caliente que ninguna otra materia.

¿Impermeable?

Lo más habitual es que los tejidos exteriores sean de bajo gramaje, con un acabado cirado (algo así como encerado, a base de siliconas, etcétera). Ello ofrece cierta resistencia al viento y a la humedad, con una correcta transpiración pero un superior riesgo a la rotura, el desgarro…, si se enganchan con ramas o rocas.

En el interior acostumbra a colocarse, como forro, el mismo tejido o uno similar, lo que mejora la resistencia al enganche con cremalleras o velcros de prendas interiores pero ralentiza ligeramente la transpiración. En muchas prendas se echa en falta un forro más fino y transpirable, sin cirados, laminados, inducciones u otras aplicaciones o imprimaciones químicas.

Para quienes usen sus prendas de fibra pero sobre todo de pluma en ambientes húmedos puede ser interesante escoger chaquetas con membrana impermeable-transpirable. Tienen la ventaja de un menor peso que la adición de una sobrechaqueta y resultan más resistentes a los enganchones y roturas.

Pero además de ser más caras hay que advertir que el relleno térmico envejece más rápido debido a que transpira menos que cuando está cubierto por un tejido sin lámina. Hay fabricantes que emplean textiles muy deperlantes o incluso impermeables, pero no termosellan las costuras. Son quizás la mejor opción para prendas todoterreno con vocación alpina destinadas al trato más rudo incluso en condiciones de cierta humedad. Seguirán precisando una sobreprenda si llueve o nieva copiosamente, pero la evitarán en la mayoría de los casos.