El miedo, como respuesta automática del organismo, puede ayudarte a salvar a vida en un momento concreto. Pero las situaciones de estrés prolongadas mortifican a la persona y causan todo lo contrario, es decir, que sus posibilidades de salir con vida se reduzcan.
El manual 37ºC: Cómo salvar tu culo, escrito por Cody Lundin, reúne consejos y experiencias para ayudarte a sobrevivir en un entorno hostil. El autor ha vivido durante dos años en un refugio en el bosque y comparte un sinfín de consejos prácticos, algunos cargados de humor.
Hemos seleccionado varios para que te inicies en el arte de sobrevivir al miedo, al pánico y a los mayores peligros de la naturaleza. No solo para ti mismo, también para las personas que estén a tu lado.
Controla el miedo en ti mismo
- Prepárate. Acepta el hecho de que una situación de supervivencia podría, de hecho, pasarte a ti, y haz planes conforme a esto. Además de práctica física, estar preparado incluye una planificación previa, entrenamiento físico y mental, disciplina y una comprensión individual del material de emergencia que te propones llevar.
- ¡Entrena! Aceptar que puedes verte envuelto en una situación mortal no es suficiente. Aprende todo lo que puedas sobre supervivencia y sobre lo que eres capaz de soportar, y reconoce y anticipa cuáles serán tus reacciones ante el miedo. Practicar las habilidades confiere confianza y fortalece una actitud de posibilidad orientada a tu capacidad de sobrevivir.
- No huyas del miedo. Cuando estés asustado, aléjate un paso del miedo y simplemente obsérvalo. Ignora la urgencia de analizar, juzgar, criticar, evaluar o intentar descubrir. Apartarse proporciona un espacio emocional y reduce mucha de la carga que rodea al miedo.
- Permanece atento al entorno. Aprende a reconocer las primeras señales de las situaciones peligrosas. Obtén conocimiento para reducir la amenaza de lo desconocido.
- Permanece constructivamente ocupado. Conservar energía como superviviente es vital, así como hacer todo lo que puedas para que la situación sea más cómoda, reduciendo las dificultades que alimenten el miedo. Permanecer ocupado mantiene la mente libre de circunstancias atemorizantes y te da la sensación de poseer el control de tu destino.
- Mantén la imaginación a raya. Limítate a los hechos conocidos, distinguiendo lo real de lo imaginado.
- Adáptate al entorno. Prepárate para pensar y actuar como un animal sin criterio sobre sus acciones. En cierto modo, si no puedes eliminar el miedo, únete a él. Formula planes A, B y C antes de llegar a necesitarlos.
- Disciplínate para pensar positivamente. Incluso cuando estés hablando contigo mismo, intenta utilizar afirmaciones positivas como «Voy a lograr salir de aquí» y «Van a rescatarme».
- Adopta una actitud positiva de supervivencia. Observa las cosas con perspectiva y céntrate en el objetivo de ser rescatado.
- Practica ejercicios de respiración correcta para disminuir el ritmo cardiaco y reducir el estrés.
- Pide ayuda. Sigas o no en ese momento alguna senda espiritual, nunca es tarde para empezar.
- Utiliza el humor. El buen humor cambia la actitud negativa.
Controla el miedo en los demás
- Sé un ejemplo positivo. Mantén una actitud calmada y bajo control, incluso si te sientes descontrolado; inspira valor, esperanza y la voluntad de seguir intentándolo.
- Mantén la disciplina. Trabaja para encontrar y mantener el orden y la armonía dentro del grupo de un modo amable, aunque firme. Fíjate en los puntos fuertes de cada uno y asígnales tareas que ayuden al grupo. Dar a la gente tareas disminuye el sentimiento de impotencia, y aparta de sus mentes la situación crítica, a la vez que les concede una sensación de control frente a su destino.
- Practica un liderazgo positivo. Sé firme, decidido, confiado, compasivo, resuelto y honesto y ten humor.
- Permanece alerta ante las señales del miedo en los demás y, cuando las reconozcas, atácalas inmediatamente. Saber cómo reacciona la gente de tu grupo ante el estrés y cómo se maneja con él no tiene precio. Sé intuitivo ante las necesidades de los demás y ofrece todo el apoyo que puedas. Recuerda que una manzana podrida puede estropear todo el cesto.
- Alienta el trabajo en equipo y el apoyo mutuo desde el principio. Quizás ninguna otra experiencia en el mundo requerirá de un grupo solidario tan firmemente entrelazado como una situación de supervivencia. El grupo que comienza con una actitud mental y emocional positiva y la mantiene, poniendo todo su empeño y su preocupación en el bienestar de toda la tribu, es una fuerza extremadamente poderosa para permanecer con vida.