Aludes de nieve y las causas de mortalidad asociadas
En este artículo se realiza un análisis de las causas de mortalidad más frecuentes asociadas a los aludes de nieve, en base a los resultados de un estudio publicado recientemente en el que se recogen los datos de víctimas por alud en el Pirineo catalán en los últimos 50 años.
Este artículo está basado en los resultados del estudio recientemente publicado en la revista Emergencias por profesionales de la Universidad de Girona, el Institut Cartogràfic de Catalunya y la unidad de intenvención en montaña de los Mossos d’Esquadra, y en colaboración con bomberos de la Generalitat de Catalunya y el Instituto Catalán de Medicina Legal y Ciencias Forenses, en el que se ha expuesto por primera vez las causas de mortalidad por aludes de nieve en el Pirineo catalán en los últimos 50 años.
Los aludes de nieve son un fenómeno natural que, sin embargo, puede desencadenarse por actividades recreativas en la montaña. Anualmente, alrededor de 150 personas fallecen por aludes en Europa y Norteamérica, de las cuales más del 90% acontecen durante la práctica de actividades recreativas fuera de zonas controladas. Los datos demográficos ponen de manifiesto que las personas afectadas son predominantemente jóvenes y género masculino.
Los datos
Los accidentados en un alud pueden morir por los siguientes motivos: asfixia, traumatismo severo o la asociación de hipotermia, hipoxia e hipercapnia (también conocido como fenómeno de triple H). La frecuencia de estas causas es variable y se ha relacionado con el tipo de clima, las características de la nieve y el terreno y las actividades que se realizan en el momento del accidente. Durante años, en España ha existido la creencia que, dadas las características nivológicas y del terreno (nieve densa, compacta, con poco espesor, ventada y un terreno con escombros abundantes); donde predominan los aludes de placa, existiría un predominio de muertes debidas a causas traumáticas.
Para descubrir ésta hipótesis los autores se centraron en revisar los resultados forenses de víctimas de alud en el Pirineo catalán durante los últimos 50 años. Tras un examen minucioso de los casos se pudo constatar algunos hechos destacables:
Las conclusiones
Con estos resultados se pueden concluir algunos aspectos de seguridad importantes que cabe destacar.
La mitad de las víctimas fallecieron por una causa reversible como es la asfixia. Por lo que debemos olvidar la falsa creencia que son víctimas insalvables por sus lesiones traumáticas y tener claro que si aplicamos unos primeros auxilios adecuados podemos reanimarlas.
El hecho de que el 80% de las víctimas estuvieran completamente sepultadas bajo la nieve, conlleva que el tiempo empleado para su liberación, sea por los compañeros (autorescate) o por equipos de rescate, resulte un factor clave en la supervivencia. Por ello, es imprescindible que al salir a la montaña, las personas que puedan exponerse a una zona de aludes y bien puedan ser víctimas o ayudantes en un alud, dispongan de material de seguridad básico: DVA, pala y sonda para poder actuar, así como que entrenen periódicamente para poderlos utilizarlos con presteza en caso de ser necesario. Dispositivos como un airbag o avalung han demostrado disminuir la mortalidad asociada y dados los resultados encontrados en nuestra cordillera, pueden resultar de gran utilidad en caso de ser víctima de un alud y evitar la asfixia.
También hay que destacar que la cabeza fue la región más afectada por los traumatismos. Por ello, se debería añadir el casco al material de seguridad básico para cualquier actividad realizada en la nieve.
Podemos concluir que, en nuestros Pirineos se debe realizar la misma formación en seguridad durante la realización de actividades en la montaña que se aplica en otras regiones con más manto nivoso. Acceder a zonas con peligro de alud sin material de seguridad básico resulta incomprensible y temerario. Cuando acontece un alud hay que recordar que el tiempo es vida, que la probabilidad de ser encontrado es mayor si se dispone de DVA, pala y sonda, que la probabilidad de quedar sepultado y morir por asfixia es menor si se dispone de sistemas que favorecen la flotabilidad o que evitan la asfixia, y que portar un casco puede disminuir la probabilidad de sufrir lesiones fatales en la cabeza.